Identidad: un poema de auto-aceptación.



  
        La historia detrás del poema, nace de una situación por la que pasé estando en un encuentro de jóvenes cristianos. Me encontraba con una amiga, y en medio de una de las actividades me dice: “quisiera verme tan cristiana como ella”. No pude evitar el cambio de humor y cuestionarme el porqué de la línea. Fue más que evidente, nosotras: de cabello rizo y piel negra, no cumplíamos con el estereotipo que para mi amiga era “ser cristiano”. Una joven hermosa, de cabello lacio-largo y piel blanca era para ella el “look perfecto”.  Esta experiencia me hizo reflexionar sobre la pobre identidad por la que muchas personas probablemente están pasando. Y de hecho, me hizo recordar la falta de identidad por la que pasé.

      No me considero poeta ni artista, respeto y admiro el trabajo de escritores y poetas. Pero, sí encuentro en las artes una gran herramienta de expresión. Es por ello que encontré en la poesía una oportunidad de plantear, refutar y reflexionar la experiencia. He aprendido que si algo te incomoda debes problematizarlo, si algo genera dudas debes cuestionarlo y exactamente eso es lo que intento hacer por medio de este poema. 



Poema: “Identidad”

Era su cabello tan liso como corriente de río
Su piel tan blanca como la luz de la mañana
Sus ropas, de colores sin vida ni brillo
Azules, cremas, rosas
Hermosa sin lugar a dudas

Su temple inspiraba paz, serenidad, tranquilidad
Las pinturas que adornaban su rostro
Se confundían la naturaleza de su piel
Nada de color ni brillantez

Y así fui notando sin querer
Cada uno de los detalles que resaltaban a mis ojos
Detalles que definían una hermosa doncella
Tranquila, sin prisas, serenita

Y mientras mis ojos analizaban,
se iban grabando en mi memoria
sin entender que dentro de mi resonaba una guerra
como los tambores de mi afrodescendencia
que gritaban: ¡LIBERTAD!

Así se iba desgarrando mi alma
frente al espejo de una doncella
no era yo tan siquiera la misma
y mi corazón estallaba a gritos en pena

Entonces no pude evitar mirarme y ver lo que había enfrente
Un cabello rizado retando la gravedad
La piel negra-africana
Y las proporciones automáticas
Caderas, cintura, frente y nariz

Y me pregunto: ¿porqué soy así?
Y no porque cuestione mi herencia
Tan rica, cautiva, llena de historia
Es que se me hizo imposible verme:
“tan cristiana como ella”

Sí, así de chocante fue la línea sin sabor
que resonó contra mis oídos
Y no pude evitar la curiosidad de compararme
con la imagen de una doncella que no era yo

Pero pregunto, ¿qué es ser cristiano?
Acaso no se trata de seguir a Cristo
Y con “seguir” me refiero a imitar
A ser cada día más como fue Jesús
en su ministerio terrenal

Entonces, te pregunto
¿qué es ser cristiano para ti?
Seguir al hombre que enfermos sanaba
Muertos resucitaba
Al que a la tierra vino a libertar, salvar y discipular
Lleno de poder y celestial autoridad

Al que con su muerte el velo rasgó
Y nuestra salvación y acceso al Padre compró
Culturas, tradiciones y razas trascendió

No murió porque eran judíos, africanos, americanos
Negro, blanco, “acanela’o”
Su única meta era reconciliarnos
Y no miró raza ni herencia o descendencia

Entonces no concibo la idea de que el sacrificio tenía un físico
Una cara, un color, un tipo

Dios nos hizo perfectamente como quería que fuéramos
Entonces por qué establecer un diseño
Que seamos todos iguales, créeme
No es su sueño

Cada cultura tiene su estilo
Pero el estilo no me quita ser cristiano
Con los valores que Dios me ha dado
Entendí que me miraba en el espejo equivocado

Que debía mirarme en el reflejo del diseño de Dios
Ahí, tan perfecto, sin prisas ni defectos
Que estampaba en cada uno de mis gestos
La identidad del Supremo

Y así, con mi cultura, mis rizos y mi afrodescendencia
Seguiré gritando a la Tierra, al mar y al viento
Que para reflejar su inmenso amor al mundo
Dios me seleccionó: NEGRA.

Por: Marianne “Enid” Osorio Quiñones


Fotos por: Pedro Rodríguez Flores

            
Espero sea de su agrado y les sea útil y reflexivo a sus vidas, la clave de empoderarse es saber quién eres y de dónde vienes. Gracias a Mary Ann Flores por estar siempre a la disposición de ayudarme en el escrito, miles de bendiciones. <3

¿Te gustó el poema? ¡Cuéntame tu historia en los comentarios y recuerda compartir este artículo!
-Marianne Enid <3

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